La apuesta por el decrecimiento

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"La apuesta por el decrecimiento" es uno de esos pocos libros que, desde el razonamiento y el respeto (es decir sin agresividad), plantea un modelo diferente de sociedad, no de desarrollo, porque precisamente es una de sus críticas, el desarrollo. Aquí os dejo el resumen de un libro que sin lugar a dudas aconsejo, por su inmensa bibliografía, seriedad en la redacción, menciona a innumerables personas que apuestan por esto (economistas, sociólogos,...) y además lo hace, como ya he dico, desde el respeto a todo y a todos.



El término "decrecimiento" suena a desafío o a provocación, aunque seamos conscientes de que un crecimiento infinito es incompatible con un mundo limitado. El objeto de esta obra es demostrar que, aunque un cambio radical es una necesidad absoluta, optar voluntariamente por una sociedad de decrecimiento es una apuesta que vale la pena intentar para evitar un retroceso brutal y dramático. Se trata de una propuesta necesaria para reabrir el espacio de la inventiva y de la creatividad del imaginario bloqueado por el totalitarismo economicista, desarrollista y adepto al progreso. Es evidente que dicha propuesta no tiene como objetivo una subversión caricaturesca que consistiría en proclamar el decrecimiento por el decrecimiento. Este propósito sólo sería posible en una 'sociedad de decrecimiento', es decir, en el ámbito de un sistema basado en otra lógica. Y queda lo más difícil: ¿Cómo se puede construir una sociedad sostenible, también en el Sur? Son necesarias diversas etapas: cambiar valores y conceptos, cambiar de estructuras, relocalizar la economía y la vida, revisar nuestros modos de uso de los productos, responder al desafío específico de los países del Sur. Y finalmente, hay que asegurar la transición de nuestra sociedad de crecimiento a la sociedad de decrecimiento mediante las medidas apropiadas. El decrecimiento es una apuesta política y estará presente, con seguridad, en los futuros debates electorales.

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¿Por qué Expo No?

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Quien lo iba a decir, hace más de cuatro años, cuando Zaragoza resultó elegida como sede de la Exposición Internacional, y los primeros conatos de oposición comenzaban a escucharse, que tiempo después durante la celebración de la exposición, aquellas voces discordantes iban a ser acalladas de esta manera y el evento se iba a desarrollar bajo el beneplácito de una ciudadanía a la que no se le ha informado debidamente de las consecuencias negativas de la exposición.




Mucha de aquella oposición prematura no partía de un No por decreto, sino que partiendo de una concepción distinta del modelo de desarrollo que deseaban para la ciudad, observaban como ésta se iba convirtiendo poco a poco en una gran urbe asimétrica, donde el modelo de desarrollo imperante apostaba por determinadas zonas de la ciudad en detrimento de otras muchas. Así pues, barrios del centro de la ciudad como San Pablo, Las Fuentes, Delicias o San José por citar algunos, han visto paralizadas las obras de sus equipamientos comunitarios como consecuencias de las obras que se estaban realizando en el entorno de Ranillas.



Este modelo de desarrollo, importado del Forum de Barcelona, de las Olimpiadas del 92 o de la Expo de Sevilla, ha mostrado a lo largo de los años, que si bien ha valido para rehabilitar una zona estratégica de la ciudad, lo cual le ha reportado la mayor de las ovaciones, esto ha sido en detrimento de otras zonas mucho más necesitadas de la ciudad. Cabe recordar que gran parte de estas actuaciones han venido subvencionadas con fondos públicos y en parte municipales.

A parte de las consecuencias poco solidarias que comporta este modelo de desarrollo, no está de más recordar que bajo el lema del "desarrollo sostenible", se han venido realizando actuaciones un tanto contrarias que han conllevado el dragado del río Ebro, la construcción de un azud con la única finalidad de que unos pequeños barquitos, que a un mes de la inauguración de la muestra no se han puesto en funcionamiento, circulen entre Las Fuentes y Ranillas a un precio de 14€ el recorrido, así como la urbanización de una zona de la ciudad que aunque a los ojos de los políticos de turno pasaba por deplorable, lo único que albergaba eran huertas.

Voces en Zaragoza y alrededores han seguido defendiendo su oposición al evento, denunciando atropellos e intentando con nuestros limitados medios informar a una ciudadanía a la cual sólo se le ofrece la visión pública de los principales medios de comunicación que han financiado o se muestran afines a la exposición. Enlazamos aquí con Salud, amor y rebeldía, un interesante blog de la ciudad que en los últimos días está realizando un informe sobre las realidades de la exposición, analizando el porqué decimos NO a lo que conlleva.

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Frente a la crisis alimentaria, ¿qué alternativas?

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Este artículo, publicado en rebelion.org, denuncia la creciente ambruna que están sufriendo los paises del tercermundo, pero quizás lo más interesante de este escrito de Esther Vivas sean las alternativas o las propuestas que da hacia la mitad. Propuestas interesantes para paliar el "desarrollo" y crecimiento del ambre.
(aquí podrás encontrar más artículos de Esther Vivas)




La crisis alimentaria ha dejado sin comida a miles de personas en todo el mundo. A la cifra de 850 millones de hambrientos, el Banco Mundial añade cien más fruto de la crisis actual. El “tsunami” del hambre no tiene nada de natural, sino que es resultado de las políticas neoliberales impuestas sistemáticamente durante décadas por las instituciones internacionales.

Pero frente a esta situación, ¿qué alternativas se plantean? ¿Es posible otro modelo de producción, distribución y consumo de alimentos? ¿Es viable a nivel mundial? Antes de abordar estas cuestiones, es importante señalar algunas de las principales causas estructurales que han generado esta situación.

En primer lugar, la usurpación de los recursos naturales a las comunidades es uno de los factores que explican la situación de hambruna. La tierra, el agua, las semillas... han sido privatizadas, dejando de ser un bien público y comunitario. La producción de alimentos se ha desplazado de la agricultura familiar a la agricultura industrial y se ha convertido en un mecanismo de enriquecimiento del capital. El valor fundamental de la comida, alimentarnos, ha derivado en un carácter mercantil. Por este motivo, a pesar de que en la actualidad existen más alimentos que nunca, las personas no tenemos acceso a ellos a no ser que paguemos unos precios cada día más elevados.

Si los campesinos no tienen tierras con las que alimentarse ni excedente que vender, ¿en manos de quien está la alimentación mundial? En poder de las multinacionales de la agroalimentación quienes controlan todos los pasos de la cadena de comercialización de los productos de origen a fin. Pero no se trata sólo de un problema de acceso a los recursos naturales sino también de modelo de producción. La agricultura actual podría definirse como intensiva, “drogo” y “petro” dependiente, quilométrica, deslocalizada, industrial... En definitiva, la antítesis de una agricultura respetuosa con el medio ambiente y las personas.

Un segundo elemento que nos ha conducido a esta situación son las políticas neoliberales aplicadas desde hace décadas en aras de una mayor liberalización comercial, privatización de los servicios públicos, transferencia monetaria Sur-Norte (a partir del cobro de la deuda externa), etc. La Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros, han sido algunos de sus principales artífices.

Estas políticas han permitido la apertura de los mercados del Sur y la entrada de productos subvencionados, especialmente de la Unión Europea y de los Estados Unidos, que vendiéndose por debajo de su precio de coste, y por lo tanto a un precio inferior al del producto autóctono, han acabado con la agricultura, la ganadería, el textil... local. Estas políticas han transformado los cultivos diversificados a pequeña escala en monocultivos para la agroexportación. Países que hasta hace pocos años eran autosuficientes para alimentar a sus poblaciones, como México, Indonesia, Egipto, Haití... hoy dependen exclusivamente de la importación neta de alimentos. Una situación que se ha visto favorecida por una política de subvenciones, como la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea, que premia el agribussiness por encima de la agricultura familiar.

En tercer lugar, debemos de señalar el monopolio existente en la cadena de distribución de los alimentos. Megasupermercados como Wal-Mart, Tesco o Carrefour dictan el precio de pago de los productos al campesino/proveedor y el precio de compra al consumidor. En el Estado español, por ejemplo, el diferencial medio entre el precio en origen y en destino es de un 400%, siendo la gran distribución quien se lleva el beneficio. Por el contrario, el campesino cada vez cobra menos por aquello que vende y el consumidor paga más caro lo que compra. Un modelo de distribución que dicta qué, cómo y a qué precio se produce, se transforma, se distribuye y se consume.

Propuestas
Pero, existen alternativas. Frente a la usurpación de los recursos naturales, hay que abogar por la soberanía alimentaria: que las comunidades controlen las políticas agrícolas y de alimentación. La tierra, las semillas, el agua... tienen que ser devueltas a los campesinos para que puedan alimentarse y vender sus productos a las comunidades locales. Esto requiere una reforma agraria integral de la propiedad y de la producción de la tierra y una nacionalización de los recursos naturales.

Los gobiernos deben de apoyar la producción a pequeña escala y sostenible, no por una mistificación de lo “pequeño” o por formas ancestrales de producción, sino porque ésta permitirá regenerar los suelos, ahorrar combustibles, reducir el calentamiento global y ser soberanos en lo que respecta a nuestra alimentación. En la actualidad, somos dependientes del mercado internacional y de los intereses de la agroindustria y la crisis alimentaria es resultado de ello.

La relocalización de la agricultura en manos del campesinado familiar es la única vía para garantizar el acceso universal a los alimentos. Las políticas públicas tienen que promover una agricultura autóctona, sostenible, orgánica, libre de pesticidas, químicos y transgénicos y para aquellos productos que no se cultiven en el ámbito local utilizar instrumentos de comercio justo a escala internacional. Es necesario proteger los agro-ecosistemas y la biodiversidad, gravemente amenazados por el modelo de agricultura actual.

Frente a las políticas neoliberales hay que generar mecanismos de intervención y de regulación que permitan estabilizar los precios del mercado, controlar las importaciones, establecer cuotas, prohibir el dumping, y en momentos de sobre producción crear reservas específicas para cuando estos alimentos escaseen. A nivel nacional, los países tienen que ser soberanos a la hora de decidir su grado de autosuficiencia productiva y priorizar la producción de comida para el consumo doméstico, sin intervencionismos externos.

En esta misma línea, se deben de rechazar las políticas impuestas por el BM, el FMI, la OMC y los tratados de libre comercio bilaterales y regionales, así como prohibir la especulación financiera, el comercio a futuros sobre los alimentos y la producción de agrocombustibles a gran escala para elaborar “petróleo verde”. Es necesario acabar con aquellos instrumentos de dominación Norte-Sur como es el pago de la deuda externa y combatir el poder las corporaciones agroindustriales.

Frente al monopolio de la gran distribución y el supermercadismo, debemos de exigir regulación y transparencia en toda la cadena de comercialización de un producto con el objetivo de saber qué comemos, cómo se ha producido, qué precio se ha pagado en origen y cual en destino. La gran distribución tiene efectos muy negativos en el campesinado, los proveedores, los derechos de los trabajadores, el medio ambiente, el comercio local, el modelo de consumo... Por este motivo debemos de plantear alternativas al lugar de compra: ir al mercado local, formar parte de cooperativas de consumo agroecológico, apostar por circuitos cortos de comercialización... con un impacto positivo en el territorio y una relación directa con quienes trabajan la tierra.

Hay que avanzar hacia un consumo consciente y responsable ya que si todo el mundo consumiese, por ejemplo, como un ciudadano estadounidense serían necesarios cinco planetas tierra para satisfacer las necesidades de la población mundial. Pero el cambio individual no es suficiente si no va acompañado de una acción política colectiva basada, en primer lugar, en la construcción de solidaridades entre el campo y la ciudad. Con un territorio despoblado y sin recursos no habrá quien trabaje la tierra y en consecuencia no habrá quien nos alimente. La construcción de un mundo rural vivo nos atañe también a quienes vivimos en las ciudades.

Y en segundo lugar es necesario establecer alianzas entre distintos sectores afectados por la globalización capitalista y actuar políticamente. Una alimentación sana no será posible sin una legislación que prohíba los transgénicos, la tala indiscriminada de bosques no se parará si no se persiguen las multinacionales que explotan el medio ambiente... y para todo ello es importante una legislación que se cumpla y que anteponga las necesidades de las personas y del ecosistema al lucro económico.

Un cambio de paradigma en la producción, distribución y consumo de alimentos sólo será posible en un marco más amplio de transformación política, económica y social. La creación de alianzas entre los oprimidos del mundo: campesinos, trabajadores, mujeres, inmigrantes, jóvenes... es una condición indispensable para avanzar hacia ese “otro mundo posible” que preconizan los movimientos sociales.

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Elogio a la lentitud

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¿Por qué tenemos siempre tanta prisa? ¿cómo se cura esa auténtica enfermedad que es nuestra actitud ante el tiempo? ¿Es posible, e incluso deseable, hacer las cosas con más lentitud?Vivimos en la era de la velocidad. El mundo que nos rodea se mueve con más rapidez de lo que jamás lo había hecho. Nos esforzamos por ser más eficientes, por hacer más cosas por minuto, por hora, cada día. Desde que la revolución industrial hizo avanzar al mundo, el culto a la velocidad nos ha empujado hasta el punto de ruptura. Esta obra rastrea la historia de nuestra relación cada vez más dependiente del tiempo, y aborda las consecuencias y la dificultad de vivir en esta cultura acelerada que hemos creado.


Este es el resumen que la editorial hace sobre el libro. Sin embargo, y por ponerle una pega al libro, el autor no duda en decir en varias ocasiones, que "este libro no pretende ser una crítica al capitlismo", todo lo contrario, cree que "sería una mejora del mismo". A mi entender sería imposible un capitalismo de esta menera, es decir, sin prisas; lo que no se da cuenta Carl Honoré, es que el modelo de desarrollo que el plantea, es totalmente opuesto a cualquier forma de liberalismo.



La aplicación de estas normas, de este estilo de vida, también se puede, y creo que se debe, aplicar en esas personas que se dedican a luchar por un cambio social. En ocasiones vemos como estos luchadores, a priori incansables, decaen en un agotamiento que a veces se convierte en depresión por no haber conseguido los objetivos que se proponían. También para ellos es una lección.

Por ello es uno de esos libros raros, extraordinarios, que, aún escritos desde una mente puramente capitalista y liberal, coinciden en muchos momentos con un pensamiento transformador y humano.


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Sencilla reflexión

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Modelos de desarrollo.


Si me permiten el interés de enfocar un tema tan amplio desde la sencillez, pueden hacerlo reflexionando. Este espacio pretende serlo como tal. Un lugar donde todo el mundo tenga voz para denunciar, aplaudir o confesar sus reservas, sus miedos, sus esperanzas o sus propuestas sobre el tema a debatir.


Me gustaría empezar desde abajo, pero apuntando a lo más alto. Sin ser pretencioso, me gustaría escuchar palabras sabias, que nos puedan dar una vision sencilla y a la vez amplia sobre donde reside el problema actual de los nuevos modelos de desarrollo en nuestras sociedades. ¿Por qué son un problema? ¿Dónde residen sus peligros? ¿Quienes son los principales perjudicados?





Mahatma Gandhi, hace ya más de 50 años, intuía el problema. Sabía que la tierra, como patria común del ser humano, era un lugar extraordinario para la convivencia apacible, a la vez que descubría como todos los indicadores reflejaban que poco a poco se estaba convirtiendo en un apetecible campo para la faceta depredadora de un ser humano insaciable.


"La tierra brinda lo suficiente para satisfacer las
necesidades de tod@s, pero no la codicia de tod@s"

Mahatma Gandhi

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El modelo de consumo es insostenible y suicida

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Conclusiones del debate “ConSumo Derroche”, en el marco del Simposio Internacional 'Pobre Mundo Rico'

En el debate se abordó el despilfarro del Norte: la gente se endeuda para consumir, y se señalaron alternativas de consumo: comercio justo, banca ética, teoría del decrecimiento, y las tres erres. Se apuntó la necesidad de compromiso individual y de ejercer presión política sobre empresas y Estado. Se trató el papel de la publicidad como motor del modelo de consumo: “diariamente recibimos 220 impactos publicitarios sólo a través de la televisión, con los efectos que conlleva”, según Isidro Jiménez



Amarante, A Cova da Terra y ConsumeHastaMorir –de Ecologistas en Acción- debatieron en Santiago sobre el consumismo (“ConSumo Derroche”), en la última mesa-debate que se celebró en Santiago previa a la clausura del día 29, de “Pobre Mundo Rico”. Xoán Hermida (de Amarante), habló de las nuevas pautas de consumo para enfrentar “un modelo dominante de desarrollo que genera desigualdades sin precedentes entre norte y sur, y conduce al planeta al borde del desastre”. Clara María Raposo (A Cova da Terra) ahondó en las alternativas y en los principios del cambio, e Isidro Jiménez (ConsumeHastaMorir, Ecologistas en Acción) explicó el papel de la publicidad como vehículo del modelo dominante y motor del consumismo.

Modelo de consumo insostenible

Tod@s coincidieron en denunciar un modelo de consumo insostenible de Occidente, en un tiempo en el que “tres cuartas partes de la humanidad tienen como única preocupación su supervivencia”, señaló Xoán Hermida. Isidro Jiménez destacó una insostenibilidad “que no se puede extender al resto del mundo, ya que harían falta tres planetas para dar respuesta al grado de consumo actual”. Un modelo del que destacó su despilfarro: según datos de la FAO, (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), entre el 10 y el 40% de la producción de alimentos se pierden sin ser consumidos, y en el que un tercio de los consumidores adultos tiene una leve adicción al consumo, y la gente se endeuda para consumir más”.

Hay alternativas reales y muchas están funcionando”: Clara Raposo

Frente al modelo de crecimiento económico que entroniza el consumo, surgen nuevas pautas de ‘consumo responsable’ como factor de cambio. Xoán destacó entre ellas la producción ecológica, el pequeño comercio local y las dos “R” olvidadas: la reutilización y el reciclaje. Destacó también el comercio justo, que es “la humanización del comercio, de manera que garantice condiciones de producción de salarios justos para la población”. En este sentido Xoán Hermida apostó por un modelo integral de comercio justo, gallego y alternativo: “pensado desde la realidad gallega y que considere los pequeños productores del norte y del sur, los trabajadores frente a la explotación salarial y los derechos del consumidor”. La banca ética fue otra de las alternativas referidas: contraria a la convencional cuyas pautas de comportamiento general la lleva a moverse por sus intereses en sectores energéticos, inmobiliarios y armamentísticos, señaló Xoán.

La teoría del decrecimiento: Reducir, Reutilizar, Reciclar

Clara María Raposo explicó otra alternativa que empieza a darse a conocer y que alude a un ‘decrecimiento’: “no significa retroceder sino frenar, detener el crecimiento imparable. Esto a quien más perjudica es a las multinacionales, a nosotros puede beneficiarnos”. Señaló que ha llegado el momento de hacer una revolución, y que puede estar en ese ‘decrecimiento’.

La filosofía de la teoría del decrecimiento se fundamenta en reducir, reutilizar y reciclar (las tres erres): “hay que exigir que se reduzca la producción y se reutilice. Conceptos que no entran en el discurso emanado desde el Estado y de la publicidad (sí el de reciclar, que conlleva seguir produciendo), porque paralizan el modelo de crecimiento”, señaló.

Trabajar con lo pequeño, desobediencia civil

Clara Raposo quiso señalar también una serie de principios para operar una revolución en este sentido, que pasa por “no cooperar con el sistema que nos esclaviza, trabajar a nivel de escala, esto es, con lo pequeño, y ejercer una desobediencia civil: no hay que tener miedo de desobecer a lo que nos mandan, porque lo que nos mandan no siempre responde al interés ciudadano”. Explicó que detrás de cada alternativa hay una filosofia de cambio. Señaló como ejemplo que en el transporte –por ejemplo- tenemos alternativas: utilizar la bicicleta, el transporte público, compartir coche… En cualquier ámbito sobre el que se aplique se trata de provocar un decrecimiento, de no contribuir a generar más, sino a reutilizar”, explicó.

Compromiso y toma de conciencia

Tenemos que ser conscientes de que día a día desarrollamos un papel importante, y que no podemos rehusar del derecho de consumidores”, afirmó Xoán Hermida. Inseparable a la adopción de unas pautas de consumo responsable y de alternativas, surgió en el debate la necesidad de “tomar conciencia e indignarnos. De recuperar la capacidad de indignación para generar el cambio a nivel individual, social y político”, señaló Clara, que defendió la necesidad de ejercer un consumo crítico. Xoán destacó que “el nivel de compromiso que exige este tipo de conducta es mínimo, y sin embargo hay mucha gente inconsciente”, indicó. Clara apuntó que debe ser una iniciativa individual pero que es necesario unirse socialmente y presionar a las administraciones para que actúen.

Presión política: Responsabilidad Social Corporativa, papel del estado

Xoán Hermida destacó la importancia de ejercer una presión política sobre las multinacionales para que cambien sus hábitos de producción y sobre los gobiernos para que lleven a cabo una compra pública ética. En el debate surgió la Responsabilidad Social Corporativa como estrategia de marketing de las empresas. Clara María Raposo señaló “es incompatible explotación y cooperación”. Xoán Hermida quiso señalar que no obstante, la propia Responsabilidad Social Corporativa empieza ya a derivar en una mala imagen para las empresas, que a pesar de sus esfuerzos publicitarios por transmitir la ‘limpieza’ de sus actuaciones, empiezan a dar a conocer sus efectos. Puso el ejemplo del BBVA en América Latina. “Hay que presionar al Estado para que legisle: que comience a meter mano en las empresas y tome cartas en el asunto, señaló Clara, afirmando que “Aunque nosotros también, las administraciones tienen uma responsabilidad y hay que se exigírsela”.

La publicidad como motor del consumismo

Isidro Jiménez centró su intervención en la relación publicidad-consumo y en el papel de la misma como creadora de deseos y vehículo del modelo de crecimiento dominante que pivota sobre el consumismo. En un recorrido por la publicidad a lo largo del siglo XX, Isidro destacó la evolución de las técnicas y estrategias publicitarias en aras de hacer partícipe a la sociedad en el modelo de consumo.

“Vemos 4 horas de televisión a diario, 220 impactos publicitarios, con los efectos que conlleva”, afirmó. Señaló cómo hoy asistimos a una gran saturación publicitaria: “el porcentaje de tiempo dedicado a la publicidad en el telediario es el mismo que el dedicado a materias de educación, sanidad y cultura”, apuntó, y destaco el carácter desinformativo de la publicidad, que ya no dice nada acerca del producto. Isidro mencionó también la desinformación como método, que opera entre otros en base a tecnologismos de manera que haga incomprensible los mensajes. Además, señaló, “la publicidad se ha especializado en insultarnos, nos dice que somos imperfectos y que tiene la solución para perfeccionarnos, para que no dejemos de comprar”.

Desigualdades derivadas del modelo de crecimiento

Los participantes en el debate quisieron señalar también unas desigualdades entre el norte y el sur que derivan del mismo modelo económico de crecimiento que entroniza el consumo. Xoán Hermida destacó unas desigualdades que se hacen cada vez más grandes, no tienen precedentes: “asistimos a la privatización de los recursos, a las desigualdad humanas, desequilibrios territoriales y a nivel medioambiental estamos al borde del infarto ecológico, cerca de la sexta extinción, provocada por el ser humano”. Clara señaló que “nunca hubo tantas Cumbres para combatir la pobreza como en la actualidad y nunca han aumentado tanto las desigualdades y la opresión de los más fuertes como hoy”. Xoán continuó explicando la concentración de la riqueza y del poder a nivel mundial: “una economía global piramidal que va en provecho de los más ricos”, afirmó.

Un desarrollo suicida

El modelo de desarrollo es suicida”, señaló Xoán. El problema del consumo energético fue señalado como una amenaza real de destrucción global por Xoán. Isidro comentó respecto a la huella ecológica que España ha contaminado el doble de lo que el territorio soporta. Xoán se hizo eco de las características de este modelo económico dominante, responsable del consumismo del norte, y acusó del mismo que “el Producto Interior Bruto es el principal indicador del crecimiento de los países, el desarrollo humano es cero y la falacia del comercio internacional que es libre para el capital no para los trabajadores”.




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Implicando a la biodiversidad para un empleo digno

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“La base misma de la dignidad humana es vivir "de pie", no ser arrastrados por la máquina de la historia y reducidos a meros engranajes de un sistema social antropófago.”1

Me gustaría antes de introducirme de lleno en este artículo dejar claro un apunte sobre lo que voy a considerar como precariedad laboral, porque aunque existen muchas causas para denominar un trabajo como precario, en este artículo utilizaré dos, las cuales considero como las más importantes. A saber, riesgos para la salud humana y degradación social de una comunidad, entendida como la pérdida de identidad, dignidad, etc. No quiere decir esto que minimice la importancia de otras formas de precariedad laboral como es la discriminación racial, sexual, religión,… acoso en el trabajo, sueldos indignos, etc. Pero como se verá a lo largo de este artículo el centrarme en esos dos primeros aspectos ha hecho posible la relación entre precariedad laboral y medio ambiente.





La precariedad laboral viene asociada en multitud de ocasiones con aquellos trabajos o sectores laborales que atentan contra el medio ambiente y la biodiversidad. Pero sobre todo se puede analizar el caso recíproco, es decir, las causas de los atentados contra la biodiversidad (cambio climático, contaminación,…) hacen que ciertos empleos se conviertan en precarios.

Primus: Para realizar esta afirmación tan rotunda me he basado en una recopilación, y posterior comparación, que he hecho sobre algunos empleos que son considerados como “precarios”. Ya en el número anterior de esta revista, se hacía referencia a un conflicto laboral producido en España en el año 1888, en la mina de Río Tinto “…entre otras reivindicaciones estaba la de erradicar los humos sulfurosos del proceso de calcinación para la obtención del cobre a partir de pirita…”2

Quizás no haya que remontarse tanto tiempo y ver los casos producidos en el siglo pasado (S XX).

Secundus: Uno de los casos más sonados en España ocurrió sobre la década de los 60 y 70, cuando en este país se empezó a utilizar el amianto como aislante para los edificios. Se sabe que este material matará entre 40.000 y 55.000 personas en España en los próximos 30 años y unas 500.000 en toda Europa. No cabe duda que el trabajar con este producto ha matado y seguirá matando a muchas personas, pero además para la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) tampoco cabe duda que dicho aislante cause un grave impacto en el medio ambiente, ya que ha incluido este producto en su lista CFP (Consentimiento Fundamentado Previo, establecido en el convenio de Rótterdam y aplicado a ciertos plaguicidas peligrosos).

Aunque posteriormente me centraré en la cuestión más evidente de la precariedad laboral producida por los cambios en la biodiversidad (expuesto en el último caso de este artículo), me gustaría resaltar otros trabajos en los que conviven los dos aspectos fundamentales del estudio precariedad laboral-medio ambiente.

Tertius: Parecería contradictorio que de la boca de un ecologista saliera la frase “el reciclaje es perjudicial para el medio ambiente y para la salud humana” pero esto se hace cierto si hablamos del reciclaje de componentes electrónicos. Muchas organizaciones medioambientalistas, naturalistas y sindicatos se han puesto de acuerdo en decir que ciertas prácticas de reciclaje son perjudiciales para el medio ambiente y para el hombre. En Asia y centro América, miles de personas trabajan reciclando aparatos electrónicos, que se encuentran en vertederos, sin ninguna protección, a pesar de que estos componentes poseen químicos persistentes y metales pesados (plomo, mercurio, cadmio y berilio). Los riesgos para la salud quedan claros si hablamos de malformación de fetos, deterioro intelectual del niño (en el caso del plomo), afecciones de riñón y huesos (con el cadmio), daños en el sistema nervioso central (mercurio),…3 pero además, todos estos componentes (un teléfono móvil contiene entre 500 y 1000 componentes), permanecen en el medioambiente, perjudicando tanto al ser humano (como hemos visto anteriormente) como a la biodiversidad. “[…] en China, Pakistán, la India y diversos países africanos, los trabajadores que desmantelan los artefactos domésticos y productos de electrónica se ven expuestos al ácido, el plomo y las toxinas que se liberan al quemar los restos. Hay al menos dos áreas de China, Guiyu y Taizhou, que se han convertido en centros de esta actividad y han sufrido una contaminación extrema; según algunos activistas, todos los pozos de Guiyu están contaminados y hay que llevar el agua en camiones cisterna. […]”4

Quartus: Raúl Montenegro 5, en un estudio sobre el impacto ambiental, social y sanitario de las minas de oro, deja clara la relación entre los tres impactos mencionados. Es el caso de las minas en Cordón Esquel (Argentina). Se utilizan dos métodos para la extracción de oro en estas minas, el del cianuro y el del mercurio. Obviaré el método en sí, que aparece muy bien explicado en el documento de Raúl Montenegro y me centraré en las consecuencias ambientales y sociales que esta práctica genera en las zonas de extracción.



El cianuro permanece almacenado en el suelo, agua y aire durante largos periodos de tiempo, tanto que una vez cerrada una mina pueden seguir dañando a los sucesores de los que ahí viven. En el caso de esta mina y muchas otras los niveles de cianuro sobrepasan los aconsejados por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) degradando de esta forma la biodiversidad (incluido el ser humano, provocando debilidad de los dedos de las manos y los pies, dificultad para caminar, visión con penumbras y sordera,… en el caso de que la exposición fuera muy débil 6). Pero no sólo se utiliza cianuro para la lixiviación del oro, también se usa plomo y zinc. La exposición al plomo en mujeres embarazadas produce alteraciones en el desarrollo fetal. Se pueden producir nacimientos antes de término, reducción del peso al nacer y disminución del cociente intelectual. Según la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer), altas exposiciones al plomo son cancerígenas (tanto para niños como para los adultos, aunque los primeros absorben un 50% de los que ingestan y los adultos únicamente un 10%). El zinc puede afectar al sistema digestivo y algunos compuestos de éste producen cáncer (IARC).

Además de estos efectos sobre la salud, el impacto social es enorme, tanto en el transcurso de explotación de la mina como a partir del cierre de la misma. Después de años haciendo mella el cianuro, mercurio, zinc, plomo y todos sus derivados, estas minas dejan un panorama desolador, familias destruidas por la enfermedad que durarán generaciones, la falta de recursos económicos durante la explotación de la mina (los cabeza de familia y los niños, que son los que trabajan, van enfermando y dejando de trabajar en la mina) y después de su cierre (ya que los salarios eran mínimos y sin posibilidad de ahorrar en previsión del cierre de la mina, además de que no suele haber planes de regulación), poblaciones indígenas aniquiladas ya sea por drogas, alcohol, consumismo o incluso en ocasiones genocidios no reconocidos, para su control y dispersar de esta forma sus luchas y reivindicaciones.

Se ha querido recoger con este caso de las minas de oro lo que está sucediendo en toda Latinoamérica, Asia y África, ya sea con el oro, el petróleo, los diamantes, el gas, la plata, el carbón,… ya que en todas (salvo muy pocas excepciones) las minas se producen las siguientes consecuencias: enfermedades asociadas a los elementos utilizados para la extracción de los minerales, destrucción de la biodiversidad (ya sea por deforestación, contaminación con metales pesados, aguas de formación,…), destrucción del tejido social y cultural (destrucción del núcleo familiar e introducción de la cultura del capitalismo en detrimento de culturas comunales), eliminación de alternativas de trabajo (el campo y la ganadería, como parte de la biodiversidad de estas regiones, quedan totalmente inutilizables) y por último la supresión de esa dignidad que poseían los trabajadores antes de ser explotados en estas minas, que más que de oro parecen de sangre.

Es evidente que en los casos presentados en los párrafos anteriores, el ser humano ha salido perjudicado (cuestión que también entra dentro del campo de la ecología), pero dado que en esta sociedad antropocentrista se presentan en muchas ocasiones los problemas del hombre y la mujer casi con exclusividad, en este artículo nos hemos centrado más en la biodiversidad (esa casa donde vivimos) como la perjudicada por la acción de unos trabajos precarios para el ser humano.

Quintus: Uno de los trabajos que se han convertido en precarios por culpa del impacto del ser humano en el medio ambiente se puede ver en la ciudad de Quito (Ecuador) donde, debido a la enorme contaminación de la ciudad 7, la guardia urbana deben trabajar con mascarillas protectoras del humo si no quieren obtener una disminución de la capacidad mental o infecciones respiratorias crónicas que están en la lista de efectos (según la Fundación Natura).

Sextus: Existen en este mundo lugares donde todas estas injusticias medioambientales y de precariedad laboral han llevado a crear reductos de resistencia, donde un conjunto de personas se ven obligadas a trabajar para salvaguardar, ya no sólo el medio ambiente, sino también su dignidad y sus trabajos (a menudo tradicionales). Este es el caso de las Fumigaciones en la frontera de Ecuador con Colombia.



  1. Causa: El gobierno colombiano de Uribe, en colaboración con EE.UU. llevan a cabo el plan Colombia 8, donde uno de sus objetivos es acabar con las plantaciones de coca que existen en este país (principalmente en la zona fronteriza con Ecuador). Para acabar con la planta de coca la solución está en fumigarla con herbicida. Esta fumigación contiene dos errores, el primero cómo se fumiga y el segundo con qué se fumiga. La fumigación se hace aérea, con lo que el herbicida se puede trasladar por el aire hasta zonas donde no sea necesario (o mejor dicho donde sea peligroso); el herbicida no es precisamente el utilizado en nuestro país para matar las malas hierbas sino que su concentración supera con creces los permitidos por la OMS (Este herbicida se debe aplicar por vía terrestre en dosis máximas de cuatro litros por hectárea. En la frontera se están aplicando hasta 16 litros por hectárea, con una concentración del producto al 100%, cuando la concentración del glifosato, comercialmente, es de 48%).
  2. Efecto: Los agricultores de la zona fronteriza en el país de Ecuador sufren constantes pérdidas en sus plantaciones y por tanto de su modo de vida (caña de azúcar, plátano, ganadería, … unas 34.000 hectáreas), además de las enfermedades producidas por el contacto a este producto (irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómito, pérdida de conciencia, destrucción de glóbulos rojos, arritmias cardíacas y daño o falla renal) 9. No hemos tenido en cuenta aquí las consecuencias que puede llegar a producir en la biodiversidad.
  3. Lucha: Tanto la ONG ecuatoriana Ecologistas en Acción como la Federación de Organizaciones Campesinas del Cordón Fronterizo de Sucumbíos (FORCCOFES) luchan constantemente para erradicar esta práctica de “lucha contra la droga” que no hace más que sumir en la pobreza a los campesinos y ganaderos de una de las zonas mas ricas del planeta en biodiversidad. El día a día de esta gente consistía en sacar adelante sus cosechas y de esta forma sobrevivir. La supervivencia (a la cual estaban acostumbrados desde hacía muchos años), ha dejado paso al hambre y la miseria, pero también a algo más esperanzador, a la dignidad de una lucha por algo que les han arrebatado, que les hemos arrebatado.

El caso anterior es un claro ejemplo de la lucha por la dignidad, pero cuando nos trasladamos a Europa o EE.UU. resulta complicado realizar estas luchas sin ser tachado de loco o radical, aunque la dignidad corra el mismo peligro. Denunciar estos ejemplos ya no parece suficiente. Como dice Joan Martínez Alier, debemos pasar de ser reactivos a ser proactivos, es decir, tenemos que llevar la iniciativa, premiar aquellas empresas que mantengan un mínimo de ética para con los empleados y el medio ambiente, incluso crearlas; formar al empresario en una educación en valores, que respeten antes que nada el valor de la ecología y el de sus empleados como personas y no como un valor añadido más al que cuantificar a la hora de poner precio a una empresa.

Existen muchos ejemplos de este tipo, desde cooperativas sociales hasta las que apuestan por colocarse en pequeños núcleos rurales como la empresa de reciclaje de el Burgo de Ebro (Zaragoza), ya no sólo por crear empleo en una zona desfavorecida, sino porque se han regido por algunas normas éticas a la hora de poner unas condiciones de trabajo a sus empleados.

Denuncias se pueden hacer siempre, desde las cuencas mineras de Teruel hasta las obras de la M-30 de Madrid, desde los trabajadores del núcleo de una central nuclear hasta el campesino de una explotación de monocultivo en Brasil; pero ha llegado el momento que la denuncia ha perdido toda su efectividad por culpa de la insensibilización de la humanidad, muchas veces producida por el exceso de reivindicaciones. ¿Qué otra vía les queda a las organizaciones, asociaciones, colectivos,… que luchan por este cambio? En mi humilde opinión es la “organización”, creando una reivindicación única, desde diferentes campos, pero hacia el mismo punto, con los medios de los que cada uno puede obtener pero coordinados hacia el objetivo. Existen puntos de referencia como las coordinadoras de ONG’s medioambientalistas, los partidos Verdes o incluso el mismo Foro Social Mundial.

A estos son a los que debemos acudir, con los que debemos colaborar y a los que se les tiene que tener en cuenta a la hora de decidir en muchos de los temas expuestos en este artículo.

NOTAS.

1 Juan Daniel Perrotta, “apuntes sobre ecología humana y urbana”, EditArte DGtal E-books

2 http://www.entrecavando.org/articulos/Un-%c3%a9xodo-por-lo-natural.aspx (visitada el 5 de febrero de 2007)

3 Tóxicos en la industria electrónica (greenpeace).

4 Ilícito, Moisés Naím, editorial DEBATE, 1ª ed. 2006

5 Biólogo de la universidad de Córdoba (Argentina) y presidente de la Fundación para la defensa del Medioambiente.

6 Departamento de salud y servicios sociales estadounidense.

7 Al encontrarse a 3000 metros de altura el oxígeno escasea y por tanto la combustión de los carburantes de los coches no realiza el ciclo completo y produce una contaminación mayor de lo normal. Además de encontrarse rodeada de montañas que impiden la fluidez del aire.

8 se puede encontrar información sobre el plan Colombia en http://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Colombia (visitada el 17 de abril de 2007), pero también en cualquier página de denuncia, de ONG y de organizaciones críticas con este plan. Se puede encontrar en la página del gobierno colombiano multitud de documentos referentes a este tema http://cne.presidencia.gov.co/sne/2004/enero/10/02102004.htm (visitada el 17 de abril de 2007)

9 www.accionecologica.org y www.voltairenet.org


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El desierto aragonés de los monegros

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El desierto aragonés de los Monegros acogerá un complejo con 32 hoteles, casinos y campos de golf

El vicepresidente del Gobierno aragonés, José Ángel Biel, ha asegurado hoy que los promotores del complejo de ocio que se proyecta instalar en los Monegros no han requerido en ningún momento la participación financiera del Ejecutivo, que sin embargo podría recaudar al año 600 millones de euros en impuestos. El complejo 'Gran Scala' contará con 32 hoteles, casino, cinco zonas verdes, varios campos de golf, un hipódromo, un gran centro de convenciones y una plaza de toros. Albergará a unas 100.000 personas, el doble que la población de la ciudad de Huesca, según informa hoy el Heraldo de Aragón.



Los promotores (un grupo de empresas británicas, australianas, estadounidenses y francesas) tienen un "fuerte respaldo financiero" y el Gobierno de Aragón "no ha sido requerido" para participar en su financiación. Por tanto, ha precisado Biel, su tarea se limitará a vigilar para que la legislación en cuanto a Ordenación Territorial y Medio Ambiente se cumpla y a conceder las licencias cuanto se concrete el proyecto.
No obstante reconoció que el proyecto "va más allá de una inversión normal y por tanto "requiere un tratamiento especial". Los promotores del proyecto, ha explicado, están "a disposición" del Gobierno de Aragón y dispuestos a viajar a la Comunidad para presentar su idea, algo que según Biel podría producirse antes de fin de año.
El Ejecutivo conoce el proyecto desde hace tiempo y la comisión interdisciplinar que se creó para analizarlo trabaja desde enero "con gran discreción", algo que estimó fundamental para que el salga adelante.
Añadió que el Gobierno de España, y personalmente el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, tienen "puntual información" del propio Iglesias y vaticinó al respecto que si las cifras de inversión que se manejan se concretan finalmente, el Gobierno Central "no tendrá problema para echar una mano en infraestructuras".
17.000 millones de euros
Con un coste estimado de 17.000 millones de euros, la inversión supone, enfatizó, multiplicar por doce la de la Exposición Internacional 2008 y lo que se recaudaría en impuestos al año es, por ejemplo, doce veces el coste del circuito de velocidad de la Ciudad del Motor de Alcañiz (Teruel). Respecto a los motivos que han hecho que los promotores se decantaran por Aragón frente a otros lugares, como Dubai o Francia, Biel puntualizó que hay razones geoestratégicas y de ubicación, de disponibilidad de agua y energía y, sobre todo, de espacio.
También se refirió a las "importantes competencias" que dispone Aragón en materias que pueden hacer posible la idea. Al vicepresidente, no obstante, le llama la atención que "tengan que venir de fuera" para decir que éste es un "magnífico lugar".
Biel defendió el proyecto, dijo que "tiene credibilidad" y "más beneficios que inconvenientes" y pidió a la sociedad "un poquito de ilusión" porque "otros estarían encantados de que les facilitaran las cosas", en alusión a otras comunidades autónomas que también optaban a acoger 'Gran Scala'. Reconoció que puede asombrar su envergadura y que a la gente "se le abren los ojos como platos" cuando escucha las cifras que se barajan y puntualizó que si sale adelante será un hecho de "gran trascendencia para Aragón", pero si no "no se habrá perdido nada", porque ninguna será la financiación pública.
Preguntado si es la parte del PAR en el Gobierno quien lidera este proyecto, aseguró que tanto su partido como el PSOE lo impulsan "con la misma fuerza" y los propios consejeros implicados no todos, porque incluso algunos se han enterado de la noticia por la prensa, reconoció- se han repartido el trabajo en la comisión interdisciplinar creada al respecto.


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